Es el fin de los cursos como los conocemos

Llevo varios días dándole vueltas a una idea: los cursos online, tal como los conocemos hoy, tienen los días contados. Y no, no es porque la gente ya no quiera aprender (todo lo contrario), sino porque el formato tradicional ya no encaja con la realidad de un marketero en 2025.

Piénsalo. ¿Cuándo fue la última vez que pudiste sentarte tranquilamente a ver 3 horas seguidas de videos de un curso? Si eres como la mayoría de los marketeros que conozco, probablemente hace mucho tiempo. Y no es por falta de interés.

La eficiencia en la transmisión del conocimiento: el gran problema

En el fondo, todo se reduce a un concepto que me obsesiona: la eficiencia en la transmisión del conocimiento. ¿Cuánta información valiosa realmente absorbes por cada hora que inviertes en un curso?

Tengo una obsesión personal con esto: maximizar la cantidad de información de calidad transmitida versus el esfuerzo que tiene que hacer quien la recibe. Y los formatos actuales son terriblemente ineficientes.

Cuando pasas 3 horas viendo videos para extraer 20 minutos de insights realmente valiosos, estamos ante un sistema que desperdicia el 90% de tu tiempo. En un mundo donde el tiempo es nuestro recurso más escaso, esto simplemente no funciona.

El problema es estructural y tiene dos caras:

El tiempo: ese recurso que no nos sobra

La primera razón es obvia: no tenemos tiempo. Entre reuniones interminables, deadlines imposibles, informes pendientes y esa sensación constante de estar apagando incendios, ¿de dónde sacamos 2-4 horas para sentarnos pasivamente a consumir contenidos?

Los marketeros de hoy manejan equipos más pequeños, presupuestos más ajustados y expectativas mucho más altas. El aprendizaje continuo ya no es opcional, es una obligación si queremos mantenernos relevantes. Pero los formatos no han evolucionado a la misma velocidad que nuestras necesidades.

Todos aprendemos diferente (y lo sabemos desde hace décadas)

La segunda razón es igual de importante: no todos aprendemos igual. Esta no es una revelación nueva, pero seguimos ignorándola sistemáticamente.

Algunos prefieren escuchar un podcast mientras hacen ejercicio. Otros necesitan leer para procesar mejor la información. Y cada vez más profesionales están descubriendo que interactuar con un chat de IA les permite aprender a su ritmo, haciendo las preguntas específicas que necesitan responder.

Pero seguimos diseñando cursos como si todos fuéramos estudiantes de 20 años con horas libres y la capacidad de mantenernos concentrados viendo videos interminables.

La crisis de las matrículas: cuando la realidad golpea

Y esto no es solo una impresión mía. Los programas de educación continua de postgrado están enfrentando una crisis seria. Cursos, diplomas y magísteres que antes tenían listas de espera ahora luchan por llenar sus matrículas.

¿Por qué? Porque a los profesionales les hace cada vez menos sentido invertir tanto tiempo y dinero en contenidos que, seamos honestos, van a quedar obsoletos en cuestión de meses.

Imagina esto: pagas entre 5.000 y 15.000 dólares por un diplomado, le dedicas cientos de horas durante 6 meses, y para cuando te gradúas, parte de lo que aprendiste ya no aplica. Las herramientas cambiaron, las estrategias evolucionaron, y el mercado ya está en otro lugar.

No es exactamente la mejor inversión, ¿verdad?

¿Entonces qué?

No estoy diciendo que los cursos vayan a desaparecer completamente. Lo que va a cambiar es el formato. Los ganadores serán quienes entiendan que el aprendizaje moderno necesita ser:

• Modular: poder consumir exactamente lo que necesito, cuando lo necesito

• Multicanal: disponible en diferentes formatos (video, audio, texto, interactivo)

• Adaptativo: que se ajuste a mi nivel y a mi forma de aprender

• Práctico: menos teoría, más aplicación inmediata

• Actualizo: contenido que evoluciona con la industria, no que queda congelado en el tiempo

• Eficiente: que maximice el ratio de conocimiento valioso por minuto invertido

Las empresas que quieren retener talento están empezando a entender que la formación continua no puede ser un "lujo" reservado para quienes tienen tiempo de sobra.

¿Tú qué opinas? ¿Sigues intentando completar ese curso que compraste hace seis meses? ¿O ya encontraste mejores formas de mantenerte actualizado en este mundo acelerado del marketing?